Lanzado en 2012, Futaleufú Riverkeeper es una organización que trabaja para sostener los principios de la justicia medioambiental y promueve el desarrollo sustentable en la Cuenca del río Futaleufú con un modelo que combina la participación ciudadana y la acción legal.
Futaleufú Riverkeeper es miembro del Waterkeeper Alliance, grupo internacional sin fines de lucro que fue fundado en 1999 y actualmente cuenta con más de 200 organizaciones en seis continentes, cada uno trabajando localmente para proteger cuerpos de agua distintos. En Chile, la aprobación del Estudio de Impacto Medioambiental para el proyecto hidroeléctrico HydroAysén en 2011 fue el ímpetu para la creación del Futaleufú Riverkeeper, el primer programa waterkeeper en la Patagonia.
La semana pasada, entrevisté a Patrick Lynch, director ejecutivo de Futaleufú Riverkeeper. Originalmente de Nueva York, Patrick vive en Santiago y es integrante de la campaña Patagonia Sin Represas, además de abogado de leyes medioambientales. Aquí Patrick ofrece su percepción del modelo riverkeeper y nos cuenta sobre los planes de la organización para el sur de Chile.
PJ: Futaleufú Riverkeeper ha identificado 4 amenazas a la cuenca Futaleufú: La Minería, Hidroelectricidad, el Desarrollo no Sustentable, y Especies Invasoras. ¿Cuál amenaza es la más apremiante?
Lynch: Para nosotros, la amenaza más grande a la cuenca del río Futaleufú son las represas. Destruirían el río y también mucha de la economía local. Aparte de eso, cuando lleguen las represas traerán otras iniciativas, entre ellas la minería. La única cosa que no deja entrar la industria minera ahora es que carece de energía. Una operación minera necesita tres entes: energía fiable, agua, y buena infraestructura. Con eso, puede existir y ser lucrativa. Típicamente cuando una empresa minera tiene las primeras dos cosas, puede construir su propia infraestructura para transportar maquinaria y productos. El desarrollo de infraestructura ya está pasando en Futa; están construyendo mejores caminos y mejorando la conectividad. Lo que falta es energía, y esa es una de las razones importantes de por qué las represas presentan amenazas graves.
El caso es más o menos así en toda la Patagonia. Lo que queremos hacer en Futa es educar a la comunidad y a los visitantes sobre lo sucedido en otros ríos en Chile. El mejor ejemplo, que la mayoría ya conoce, es el río Bío Bío y la forma en que la Represa Ralco ha impactado a la comunidad y la gente Mapuche de forma tan negativa. Ha sido devastador. En cualquier caso donde Endesa u otra gran empresa hidroeléctrica tiene un proyecto que quiere desarrollar, suelen ser muy sofisticados para dividir a la comunidad y conseguir el apoyo que necesitan.
Para detener a Endesa y formar un consenso fuerte contra las represas en Futa, necesitamos un plan igual de sofisticado. En otras palabras, tenemos que ser proactivos en desarrollar estrategias con la municipalidad y el gobierno para crear un plan alternativo que fomente el crecimiento económico, el turismo y lo que quiere la comunidad de Futaleufú.
PJ: El Futaleufú Riverkeeper se une al Vigilante Costero de Maule como la segunda organización waterkeeper en Chile y la primera en la Patagonia. ¿Anticipas más riverkeepers en Chile?
Lynch: Hay una gran necesidad, sin duda. Nos gustaría adaptar el modelo de riverkeeper para funcionar específicamente para la Patagonia y poder trabajar con otras comunidades que quieren establecer su propio programa. Casi todos los pueblos patagónicos enfrentan el riesgo de la minería en sus cuencas hidráulicas. Si llegamos a ser exitosos en Futaleufú, podemos compartir nuestra experiencia con otros en situaciones parecidas. Mientras la comunidad esté interesada, Riverkeeper puede ayudarlos.
Los desafíos son distintos para las regiones de costa, lago y río, pero el mismo modelo puede ser utilizado. Nosotros buscamos formar un equipo legal que pueda tratar los casos de infracción de permisos y otras amenazas a la cuenca, además de colaborar con las escuelas de leyes en Chile. Cada programa de waterkeeper puede juntar su propio equipo de profesionales que trabaje para proteger los derechos de las comunidades. El método que usamos, donde hay abogados colaborando y además una participación activa por parte de la comunidad, es en mi opinión el modelo de waterkeeper más fuerte que existe.
PJ: ¿Cómo planea Futaelufú Riverkeeper estar involucrado con la comunidad de Futa?
Lynch: Nuestra Riverkeeper y Coordinadora General, María José Oritz, está a cargo de monitorear y patrullar la cuenca y está trabajando con la comunidad para conocer sus preocupaciones y facilitar el trabajo conjunto. Como cualquier pueblo pequeño, Futa tiene sus conflictos entre Futaleufinos y los residentes no-nativos, pero aun así existen temas donde tenemos que dejar de lado nuestras diferencias y juntarnos en una sola lucha.
Estamos todavía conociendo las necesidades y deseos de la comunidad y cuando se presenten más ideas se expandirá nuestro plan, pero por ahora lo que estamos comprometidos a hacer es ayudar con la educación medioambiental y apoyar a varias iniciativas ya iniciadas en la zona. María José es una profesora licenciada en ciencias biológicas y estará colaborando con Fundación Patagonia Sur en desarrollar programas medioambientales en la escuela de Futaleufú y también unas escuelas rurales.
Otro proyecto que es importante es una propuesta de la Asociación de Guías de Futaleufú para crear y establecer una escuela de guías en Futa. En el fondo, el proyecto busca conectar la comunidad, sobre todo la gente joven, con el medioambiente a través de trekking, pesca con mosca, el kayak y otras oportunidades que ofrece la zona. Ya hay un grupito de kayakistas jóvenes de Futa que viajan por el mundo trabajando como guías, y ellos dan el ejemplo de cómo las actividades al aire libre pueden traer cambios de vida y oportunidades, además de provocar la protección de los recursos naturales.
También consultamos con los miembros del directorio y concordamos en que la feria de productos y comida local es una actividad genial y queremos seguir apoyándola, junto con otros proyectos de desarrollo comunitario.
Al final del día, si las represas entran, todos estos proyectos comunitarios se verán afectados. Realmente creo que necesitamos los dos lados -el legal y el comunitario- si no fallaremos en parar las represas. El modelo riverkeeper se define con esta estrategia.
PJ: En tu opinión, ¿es el movimiento para proteger el río Futaleufú parecido a otros programas de conservación de riverkeeper?
Lynch: En términos de oposición a las represas, no conozco a ningún programa riverkeeper que haya enfrentado un proyecto de este tamaño. En este sentido, es una gran oportunidad para tratarlo como un precedente.
Lo que sí, hay otros ejemplos de comunidades que han luchado por la protección de sus cuencas hidráulicas exitosamente. Un caso famoso tiene que ver con el río Hudson en Nueva York, en 1966. En aquel época, el río tenía tanta industria en sus orillas que el color del agua cambiaba según el color que GM, la empresa manufactura, estaba usando para pintar sus vehículos tal día. El gobierno no hacía nada para proteger el recurso, impulsando que un grupo de pescadores se juntaran y formaran la Asociación de Pescadores. Este grupo fue el precursor de lo que hoy se conoce como Riverkeeper. Un abogado medioambiental, Robert F. Kennedy Jr., fue uno de los actores principales en el comienzo de la organización. Hoy , el río Hudson está limpio, existen regulaciones ambientales y tiene uno de los estuarios más prolíficos de cualquier lado.
La lucha contra HydroAysén también es una historia bastante exitosa dado que las empresas esperaban mínima resistencia cuando planificaban el proyecto. Pensaron que podrían construir unas escuelas— nunca esperaban que los grupos de oposición como Patagonia Sin Represas serían tan exitosos en recaudar el apoyo de todo un país. Creo que se equivocaron en llamar el proyecto HydroAysén porque suena tan grande y feo; el nombre hace que sea fácil oponerlo. Las propuestas nuevas, en cambio, tienen nombres más específicos y referentes a los lugares locales. Más allá que el asunto de los nombres, creo que han aprendido mucho de la debacle de HydroAysén y, por lo tanto, tenemos que estar aun más vigilantes y ser cuidadosos en preparar a la comunidad y realizar las acciones legales para prevenir futuros proyectos hidráulicos.
Realmente quiero enfatizar que nos hagan llegar todas las sugerencias y consejos que tengan, tanto a la comunidad de Futaleufú como a personas de otros lados que estiman el trabajo que realizamos. Somos una organización nueva que está adaptando este modelo por primera vez a la Patagonia; se necesita apoyo y queremos que los habitantes de Futaleufú sepan que hay muchas personas a quienes les importa el cuidado del lugar y quieren ayudar.
Para más información, visita: www.futaleufuriverkeeper.org
Fotos gentileza Futaleufu Riverkeeper