Hace más de 3 años se confirmó la presencia de una nueva plaga amenazando los ríos Patagonicos. Su nombre es Didymo, fue bautizado así por la abreviación de su nombre científico: Didymosphenia geminata. Se trata de un alga unicelular, que forma colonias tan abundantes como para tapizar el lecho de un río o lago.
Se detectó e identificó por primera vez en las islas de Europa del Norte, en particular en Escocia e Islandia, hace dos siglos. Esta alga, de apariencia similar al papel o cartulina mojada, sin olor, no es nociva para gran parte de los habitantes de los ambientes acuáticos donde se la encontró. Pero esos dos siglos bastaron para que su irradiación evidenciara el verdadero efecto nocivo en los hábitats invadidos. Es tan prolífica, que las colonias simplemente abruman el entorno. En años recientes se detectó en Nueva Zelandia (el 2004), en Argentina (en 2009) y su presencia en Chile se oficializó en mayo del 2010.
Su principal efecto es la invasión y desplazamiento de especies en base a una sobrecarga de biomasa. Con facilidad puede cubrir el lecho completo en muy poco tiempo, desplazando a otras especies y provocando una alteración mayor en el ambiente. Además de su irradiación en el río, su traslado la vuelve una amenaza aún más compleja. Aunque sólo logran desarrollarse en ambientes con bajas temperaturas, su capacidad de resistir incluso dentro de una simple gota de agua, permite que se puedan trasladar con facilidad en objetos que han entrado en contacto con el alga.
Es por ello, que tomar las medidas para evitar su propagación en los implementos utilizados en las actividades acuáticas es fundamental.
Actualmente no se conocen técnicas efectivas para erradicar la presencia de esta microalga invasora, pero si se sabe cómo evitar su propagación, que ocurre por contacto directo, como es el caso de equipos de pesca, botes, kayaks y otros típicos implementos utilizados en diversas actividades y deportes acuáticos.
Sernapesca, como se conoce al Servicio Nacional de Pesca en Chile, ha tomado una posición activa y agresiva contra esta amenaza y se inició una campaña de información que pretende llegar a todos los segmentos de la población relacionados con los ambientes en los que se puede dar la transmisión de Didymo en aguas libres de esta plaga. Parte de esta campaña se basa en grandes y vistosos letreros, pero también en acciones más concretas. En diversos puntos estratégicos, se han instalado centros de descontaminación, que no sólo informan y educan, sino que además ofrecen la oportunidad de desinfectar equipos que pueden haber estado en contacto con el alga.
Lo importante es que cada ciudadano sea el que tome las medidas adecuadas para evitar que esta plaga se transforme en una catástrofe ecológica.
Medidas para evitar didymo
REMOVER restos de vegetación, barro, algas, sedimento y aguas de cualquier material, ropa, equipos, embarcación y/o vehículo antes de abandonar lagos y ríos.
LAVAR y descontaminar todo lo que estuvo en contacto con el agua durante al menos un minuto, para esto usar alguna de las soluciones desinfectantes.
SECAR al menos 48 horas si no es posible desinfectar su material, ropa, equipos, embarcación y/o vehículo antes de ingresar en un lago o río.