Estallido de colores en Conguillio

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Por Clara Ribera
 
“Perdonen a los artistas, no les alcanzó el tarro de pintura y les quedó la obra de arte a medias”. Así me recibieron los guardabosques en el Parque Nacional Conguillio, un destino muy popular en los meses de verano e invierno pero que en otoño guarda una joya menos conocida: un festival de colores.
 
Ubicada en la Región de la Araucanía en el sur de Chile, durante cuatro semanas, entre finales de abril y principios de mayo, este parque explota en tonalidades. Uno puede encontrar desde el negro más oscuro del volcán Llaima, hasta los más gritones rojos, amarillos y naranjas que anuncian la llegada de los meses de frío, y el verde impasible de la araucaria.
 
El contraste te deja ensimismado. Uno se podría quedar horas y horas tratando de reconocer cada color que regala el parque en esta época del año. Los senderos, aún libres de nieve, son el mejor escenario para los enamorados de la fotografía, el trekking y los ciclistas.
 
“Sin duda el sitio más lindo para ir a hacer fotografías es el sendero de la Sierra Nevada”, recomienda el fotógrafo y organizador de safaris fotográficos en el parque, Augusto Dominguez. “Los miradores de la Sierra Nevada son muy escénicos porqué se ve el lago en todo su esplendor, rodeado de la cordillera a un lado y el volcán Llaima al otro lado”, añade el fotógrafo.

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Cambio climático
Si en otoño el parque presenta su mejor cara en lo que a colores se refiere, sus lagunas están en su peor momento. El Parque Nacional Conguillio cuenta con cuatro lagunas: Conguillio, Verde, Arco Iris y Captrén. Todas ellas de agua transparente y clara, si las llegas a ver en un día de sol, los colores se multiplican.
 
Estas lagunas, de desagüe subterráneo, se presentan con un nivel bajo de agua en esta época del año esperando las nevadas de invierno. Eleodoro Gutiérrez, administrador del parque, argumenta que en los últimos cinco años el volumen de nieve ha sido menor. “La Laguna Verde se encuentra en una situación dramática”, añadió durante el lanzamiento de la temporada de otoño de La Araucanía, Isabel Correa, propietaria del complejo ecoturístico La Baita, que se encuentra en el límite exterior del Parque Nacional.
 
Lo usual es que en invierno se acumulen entre uno y dos metros de nieve y que permanezca unos cuatro meses. Actualmente, como tendencia de los últimos cinco años, solo se acumulan cuarenta centímetros y la nieve no dura más de un mes.
  
Otra consecuencia del incremento de las temperaturas en la región cordillerana es el cambio en los rangos de altitud de ciertas especias vegetales. El roble pellín (Nothofagus Obliqua), solía crecer a los 900 metros de altitud en el parque, y ahora se están encontrando ejemplares en los 1.500 metros.
 
Después del incendio
Es precisamente esta especie, junto con la milenaria araucaria, la que hace un año se quemó en parte del Parque Nacional Conguillio y la Reserva Nacional China Muerta.
 
La zona afectada en Conguillio –un 9% de extensión de las 60.832 hectáreas dentro del parque – se encuentra en una área poco accesible y no ha afectado al buen funcionamiento del Parque Nacional ni al resto de sus ecosistemas. Por otro lado, la Reserva China Muerta se encuentra en pleno proceso de recuperación, un periodo que durará como mínimo cinco años. Desde febrero, un guardabosque se encarga de patrullar la reserva; una vigilancia que hasta entonces se llevaba a cabo desde el Parque Nacional Conguillio.
 
Otoño para perderse
Árboles milenarios, aguas cristalinas y senderos para perderse. Esto es lo que se encuentra en el Parque Nacional Conguillío, un auténtico remanso de paz. Además, la luz del otoño lo impregna de una magia para dejarse llevar y redescubrir los tesoros de la naturaleza que se esconden en este rincón de La Araucanía.
 
Datos útiles
Las cabañas y los campings dentro del parque se encuentran cerrados en esta temporada, pero el parque permanece abierto y se puede visitar durante el día de 8:30h a 18:00 horas. Las tarifas de acceso son de $4.000 para los visitantes nacionales y de $6.000 para los extranjeros.
 
Aunque en enero y febrero existe transporte público directo desde Temuco, en esta época del año se puede acceder en autobús desde Curacautín hasta Captrén, o desde Temuco hasta Melipeuco o Cherquenco –y despues desde estos lugares al parque.