Estudio confirma los beneficios de proteger el 30% de la tierra y el océano del planeta

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Foto: María José CatalánFoto: María José Catalán 

 
Por Enric Sala
 
En el estudio más abarcador hasta la fecha sobre las implicaciones económicas de proteger la naturaleza, más de cien economistas y científicos hallan que la economía mundial se vería beneficiada con el establecimiento de muchas más áreas protegidas en tierra y mar de las que existen hoy. El informe considera varios escenarios de protección de por lo menos el 30% de la tierra y el océano del mundo para mostrar que los beneficios superan los costos en al menos 5:1. La investigación brinda nueva evidencia de que el sector conservacionista impulsa el crecimiento económico, proporciona beneficios no monetarios clave y es un contribuyente neto a una economía mundial resiliente.
 
El estudio encargado por Campaign for Nature analiza la historia y efectos de la conservación. Eugenio Rengifo, director ejecutivo de Amigos de los Parques, se refirió al respecto: “Este importante informe viene a corroborar el impacto de la conservación en diversos ámbitos de la vida, generando beneficios para salud de los ecosistemas y la garantía de vida en el Planeta, para la salud física y mental de las personas, así como también múltiples beneficios para las comunidades aledañas y para la economía de los países. Queda claro que por cada dólar invertido en conservación hay un retorno de al menos cinco dólares para la economía. Este informe suma otra gran razón para intensificar los esfuerzos en conservación que tan urgentemente deben ser abordados y extender las metas de protección de territorio y superficie marítima”.
 
Los hallazgos del estudio siguen la creciente evidencia científica de que debe protegerse al menos el 30% de la tierra y el océano del planeta para hacer frente al alarmante colapso del mundo natural, que ahora amenaza hasta un millón de especies con la extinción. Con tan claros datos económicos y científicos, sigue creándose el impulso para un acuerdo global trascendental que incluiría ese objetivo de protección del 30%. El Convenio sobre la Diversidad Biológica ha incluido esta meta del 30% de área protegida en su borrador de la estrategia a diez años, que se espera sea finalizada y aprobada por los 196 miembros del Convenio el año próximo en Kunming, China. 
 
Este nuevo informe independiente, «Proteger el 30% del planeta para la naturaleza: costos, beneficios e implicaciones económicas», es el primer análisis en la historia sobre los efectos que las áreas protegidas tienen sobre diferentes sectores económicos, tales como la agricultura, las pesquerías y la explotación forestal, así como sobre el sector conservacionista. El estudio mide los impactos financieros de las áreas protegidas sobre la economía global y los beneficios no monetarios como los servicios de ecosistemas, que incluyen la mitigación del cambio climático, la protección contra inundaciones, la provisión de agua limpia y la conservación del suelo. A lo largo de todas las mediciones, los expertos hallan que los beneficios son mayores cuando más naturaleza es protegida en contraposición a mantener el statu quo.
 
Actualmente, alrededor del 15% de la tierra y 7% del océano del mundo tienen algún grado de protección. La investigación revela que las protecciones adicionales llevarían a un promedio anual de 250 mil millones de dólares más en resultados económicos y un promedio anual de 350 mil millones de dólares en servicios de ecosistemas mejorados, en comparación con el statu quo. 
 
El sector conservacionista ha sido uno de los que más rápidamente ha crecido en los últimos años y, de acuerdo con el informe, se proyecta que crezca entre un 4% y un 6% por año, en comparación con el menos del 1% para la agricultura, las pesquerías y la explotación forestal, luego de que el mundo se recupere de la pandemia de COVID-19. Proteger las áreas naturales también brinda significativos beneficios en materia de salud mental y física y reduce el riesgo de nuevos brotes de enfermedades zoonóticas como la COVID-19, un valor que no ha sido aún cuantificado a pesar de los extraordinariamente altos costos económicos de la pandemia. Un estudio reciente estimaba que el valor económico de las áreas protegidas basado en la mayor salud mental de los visitantes era de seis billones de dólares anualmente.