"No me olviden" por Rodrigo Fica, más de 100 años de accidentes en montaña

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Foto: Rodrigo FicaFoto: Rodrigo Fica
 
 
Por Paula Fernandez
 
Hoy, jueves 1 de octubre está programado el lanzamiento de No me olviden, libro que marca un hito en la cultura de montaña de Chile, debido a la importancia de la investigación que analiza los últimos 100 años de accidentes fatales ocurridos dentro del montañismo nacional.
  
Su autor, Rodrigo Fica, es Ingeniero Civil Industrial UC que en algún momento de su vida abandonó este camino para convertirse en un profesional de la montaña a tiempo completo, realizando numerosos ascensos y escalada en lugares tan distantes como África, Himalaya, Australia, Antártica, Alaska, sólo por nombrar algunos. Partícipe del primer cruce longitudinal de Campo de Hielo Sur en 1999, Rodrigo se ha dedicado los últimos años a plasmar sus experiencias e investigaciones en libros como Bajo la marca de la ira, Crónicas del Anticristo y La esclavitud del miedo.
 
Quisimos saber más detalles de las motivaciones y anécdotas que Rodrigo describe en estas 480 páginas, donde reúne 438 accidentes, 41 tablas, 42 gráficos y 10 esquemas, entre otras cosas, sin lugar a dudas, una joya de la literatura de montaña chilena. Esto fue lo que conversamos con Rodrigo Fica:
 
FERNANDEZ: ¿Por qué te surgió la necesidad de escribir este libro?
FICA: Fue un proceso. Al principio una inquietud, algo muy personal producto de las experiencias que estaba teniendo a fines del siglo pasado y a principios de este y que después se fue concretando de a poco ante la certeza de que no había muchos trabajos formales que analizaran el fenómeno de la accidentabilidad en ambiente de montaña en Chile. Cuando me di cuenta que no había datos, ni tampoco había marco conceptual ni análisis serio, tuve que pensar un poco si me iba a dedicar a hacer ese esfuerzo. El año 2006 fue el momento definitivo cuando decidí tomar cartas en el asunto y contribuir con este pequeño grano de arena a este tema.
 
 
Foto: Rodrigo FicaFoto: Rodrigo Fica
 
 
¿Cómo fue el proceso de investigación para lograr concretarlo?
Para mí la forma de denominarlo es “amarlo”, es decir “todo vale”. Como no había nada y tenía que construir la base de datos desde cero, hice todas aquellas cosas que la gente considera como apropiadas para abordar este problema. Revisé diarios y revistas, vi documentales y videos. También entrevisté a muchas personas, visité las instituciones clásicas y, de a poco, eso fue creando un volumen de datos importante, que a su vez me permitió tener acceso a otro tipo de antecedentes, ya que por un lado la gente sabía que yo los estaba recopilando, entonces me enviaban más datos.  En segundo lugar, podía acceder a procesos formales de transparencia en Chile, derechamente pidiéndole documentos al Ejército o Carabineros, basándome en que estaba realizando esta investigación.
 
¿Tuviste algunas trabas para conseguir cierta información importante?
Con las dificultades más importantes que yo me topé habitualmente, son todas aquellas derivadas de aspectos culturales, dentro de ellos la falta de una cultura de montaña en nuestro país. Es una sociedad que, pese a que vivimos tiempos de mucha información, no entiende todavía el concepto de libre expresión y, menos, que el tema de los accidentes debe ser conversado, porque eso permite, eventualmente, salvar la vida de futuros practicantes. Como tal, muchas veces la gente se negaba a hablar o se negaba a conversar y, derechamente, algunas instituciones y asociaciones simplemente me negaron acceso a sus datos, basándose en asuntos de privacidad, olvidando que cuando una persona fallece es un asunto público y no privado.
 
¿Cómo obtuviste la información más antigua?
La información más antigua la obtuve con visitas a la Biblioteca Nacional, principalmente, aunque también algunos recuentos parciales que están publicados en algunas revistas de montañismo y andinismo y que me dieron luces de lo que estaba ocurriendo a principios del Siglo XX. Claramente, es la parte más difícil de la investigación, dado que no hay testigos vivos de lo ocurrido y solo se cuenta con testimonios parciales, escasos y breves.
 
 
Foto: Editorial VersalitaFoto: Editorial Versalita
 
Foto: Editorial VersalitaFoto: Editorial Versalita
 
 
¿Hay alguna anécdota que recuerdes especialmente en el proceso de investigación?
Claro. Cuando iba a pedir información y la gente preguntaba de qué Universidad o de qué organización era y yo les decía que era una investigación personal. Eso genera inmediatamente cierta extrañeza, la gente piensa que estoy escondiendo algo o que quiero ganar dinero de esto.  Es la típica desconfianza nacional ante la iniciativa del puro interés intelectual. Entonces, en todos estos formularios que tenía que llenar, en la pregunta a qué organización pertenecía tenía que dejarlos en blanco y eso generaba inmediatamente algún tipo de… no diré problema, pero sí un escrutinio mayor. En el fondo, no creían que alguien en Chile podía dedicarse a esto.
 
¿Y de las historias que recopilaste?
Las historias que más me llegaban al corazón, son precisamente aquellas anónimas. Las grandes tragedias están relativamente documentadas y todos las conocemos; de hecho, se han hecho películas acerca de ellas, entonces las más pequeñas y anónimas tienen una carga emocional muy fuerte que uno no se lo espera. Estamos hablando de tragedias que les quitaron la vida a familias enteras.
 
¿Cuál crees tú que es la mayor importancia de este libro?
Claramente son los datos. El libro tiene cuatro partes, la cual sólo una de ellas son los datos. Las otras partes son el marco conceptual, análisis estadísticos y hay algunas reflexiones finales. Pero, por lejos, el hecho de poder colocar en un solo lugar todos los accidentes fatales que han ocurrido en los ambientes de montaña en Chile desde 1900 a la fecha es el mayor aporte. Incluso, pueden estar malos algunos datos o puede estar incompleto, pero ya es un punto de partida para que alguien, desde alguna organización o para algún estudiante pueda completarlos, mejorarlos, ampliarlos y, con eso, se puede generar un círculo virtuoso que permita de una vez por todas, poder conversar formalmente acerca del fenómeno de los accidentes de montaña.
 
El lanzamiento de este libro que podrá ser visto a las 19:00 horas, por las plataformas de Instagram de Petzl Chile (@petzlchile) y el Facebook del propio autor (@aruficax). Para más información y para obtener el libro, debes ingresar aquí.
 
 

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