Por Paula Fernández
El Consejo de Ministros para la Sostenibilidad de Chile ha votado hoy por unanimidad la creación del Santuario de la Naturaleza Valle de Cochamó, en la región de Los Lagos.
Más de 11 mil hectáreas son las que contempla la nueva área protegida en el valle de Cochamó, protegiendo bosques de alerce milenarios, ríos y humedales, entre otros entornos naturales.
Fruto de años de esfuerzo por parte de la comunidad local y de varias instituciones públicas y privadas, el Santuario protegerá además 6.500 hectáreas de bosque maduro y 1.800 hectáreas de bosque de alerces milenarios, además de alrededor de 50 especies de animales.
Tanto instituciones a cargo como arrieros y comunidad local están realmente contentos con este logro, ya que significa preservar la vida del lugar, con miras hacia un uso sustentable del lugar, considerando los miles de turistas que visitan año tras año el sector.
Andrés Diez, director de Puelo Patagonia, uno de los organismos involucrados en la gestión para llevar esto a cabo en conjunto con la organización Valle de Cochamó y la comunidad, nos comenta que "El Valle de Cochamó es sin duda un lugar único en Chile y el mundo. Y si bien como Puelo Patagonia ya llevamos varios años trabajando en su protección, la designación como Santuario de la Naturaleza de esta parte del valle es un hito que nos hace sentir orgullosos y nos da la fuerza para seguir avanzando en la protección del patrimonio natural y cultural de la comuna de Cochamó".
Tatiana Sandoval presidenta de la Organización Valle Cochamó dijo que es “un sueño que se hace realidad… El trabajo que se ha realizado en este Valle es ejemplo de que las comunidades locales pueden ayudar a gestionar y ordenar un territorio de una forma responsable y sustentable para que futuras generaciones gocen de este lugar maravilloso. Agradecemos el trabajo de mucha gente que está convencida que el único destino del Valle Cochamó es cuidarlo y protegerlo”.
Cochamó es un amplio espacio de naturaleza que sobresale por su belleza y autenticidad del lugar, por lo que tanto organizaciones como la propia comunidad piensan seguir luchando para que este espacio pueda ser administrado de manera participativa por todos quienes habitan el valle.