Foto: Pablo Valenzuela Vaillant
Por Jimmy Langman y Paula Fernández
En Chile, Pablo Valenzuela Vaillant es sinónimo de fotografía artística.
Sus fotos buscan expresar mucho más que lo evidente. Cada una de ellas es como un cuadro de bellas artes, obras para contemplar a un ritmo más lento. Son fotos que te hacen soñar y que por su limpia estética convierten cualquier galería o el interior de una casa en una página sacada de una revista de diseño. Pablo describe su trabajo como una “geometría del instante” la cual busca cada vez que hace una foto. Su estilo preferido de fotografía de paisaje imágenes minimalistas, "iluminadas por una luz extrema proyectada sobre líneas y texturas", como el mismo describe.
La carrera fotográfica de Pablo comenzó hace tres décadas. En 1992, unos tres años después de haberse titulado en Ingeniería Civil en la Universidad Católica de Chile, decidió hacer de la fotografía del patrimonio natural y cultural de Chile su proyecto de vida. Desde entonces, su fotografía ha aparecido en numerosos libros que son omnipresentes en las librerías chilenas y sus fotos se exponen anualmente en museos y galerías de Chile y otros países.
Como parte de una serie especial de entrevistas con algunos de los miembros del jurado del Concurso de Fotografía de la Patagonia 2023, le preguntamos recientemente sobre algunos de sus trabajos actuales y futuros y da algunos consejos a los fotógrafos que deseen competir en el concurso.

La foto que aparece en el afiche oficial del Concurso de Fotografía de la Patagonia fue tomada por ti. ¿Puedes decirnos algo más sobre esa imagen y cómo tomaste esa foto?
Esa imagen corresponde al ventisquero colgante del Parque Nacional Queulat. La tomé hace muchos años en formato análogo (diapositiva) con mi cámara Hasselblad 6x6. Este parque es uno de mis favoritos en la Patagonia, pues aquí se da una impresionante conjunción entre la selva fría, los glaciares y montañas. Para llegar a este punto, debes hacer una caminata por un precioso sendero que trepa entre los bosques siempre húmedos. Al llegar arriba te encuentras con un mirador desde el cual se observa el frente del glaciar con toda su imponencia.
Has publicado dos libros de fotos sobre la Patagonia. ¿Cuáles son algunas de tus imágenes favoritas de estos libros?
Y seguiría publicando más, pues la zona lo amerita y es, probablemente, a donde más tiempo he dedicado mi trabajo fotográfico. De hecho, tengo pendiente el libro Habitar la Inmensidad y otros más sobre la Patagonia.
Respecto a los dos libros – Patagonia y La Otra Patagonia – ambos retratan el extremo sur de Chile. En cuanto al segundo, éste tiene una visión más minimalista y menos documental. Me encantan las fotografías de la estepa y las estancias perdidas en medio de la nada. Es un paisaje lineal, con una composición que me acomoda mucho y que resume fielmente mi forma de observar, siempre bajo la idea de la “geometría del instante”.

¿Qué hace que la Patagonia sea un lugar tan especial para hacer fotografía? ¿Qué debe tener en cuenta un fotógrafo cuando fotografía en la región, y cómo afronta las condiciones climáticas, a veces duras, como los fuertes vientos?
La Patagonia no solo es muy diversa en cuanto a paisajes, sino también en cuanto a climas. Se dice -sin exageración- que en esta región se dan las cuatro estaciones en un mismo día. Y eso es muy atractivo y desafiante para un fotógrafo de terreno; esa condición, eso sí, no se da en toda la Patagonia, sino en la transición entre las montañas y la estepa, que es donde el paisaje cambia radicalmente entre la vertiente poniente húmeda del Pacifico y la seca del Atlántico y se produce un cambio de paisajes y de clima.
Siempre hay que tener en cuenta que, si bien uno puede prever las condiciones en terreno – con qué se va a encontrar – siempre está presente el factor sorpresa y, por lo tanto, hay que ir preparado para distintos escenarios y situaciones.
En cuanto a las duras condiciones climáticas, hay que ir siempre bien preparado en cuanto a equipo y , por cierto, de ánimo, estar dispuesto a pasar frío. Eso es parte del trabajo en terreno y lo hace también muy inspirador.

¿De qué trata tu obra "Habitar la Inmensidad" y dónde se puede encontrar?
“Habitar la Inmensidad” es una serie fotográfica que he venido realizando desde 2016 y que muestra cómo el hombre habita la región estepárica de Magallanes. Todo esto bajo una mirada muy personal y una estética en extremo minimalista. Para esta serie he recorrido más de 12.000 kilómetros desde Punta Arenas; en varios viajes, obviamente.
La serie ha sido expuesta – entre tantos otros – en el MAM de Chiloé, en el CAMM Molino Machmar de Puerto Varas, en la Galería Ekho de Santiago y en el Festival de Avintes en Portugal.
Has sido editor contribuyente de Patagon Journal durante muchos años, y jurado en casi todos los concursos anteriores. ¿Cuáles son algunas de las cosas que más te gustan de la revista y del concurso?
La revista Patagon Journal tiene el gran mérito de poner en valor esta región y mostrar la Patagonia al mundo. Ha sido un gran canal de difusión para dar a conocer, valorar y crear conciencia en cuanto a la belleza e identidad del fin del mundo. Felicito a la revista por este excelente trabajo y, más aún, hacerlo en un medio impreso coleccionable.

¿En qué te vas a fijar a la hora de decidir las fotos ganadoras del Concurso de Fotografía de la Patagonia 2023? ¿Cuál es para ti la diferencia entre una gran foto y una buena foto, por ejemplo?
Valoro mucho la mirada personal del autor y, por cierto, que sea una foto honesta, real, sin intervenciones ajenas y abusos de revelado; en tal sentido, doy mucha importancia al acierto y al “instante decisivo”, como le llamó Cartier-Bresson, esto es, “el momento exacto en el que se toma la foto, es decir, cuando "se alinea -en palabras suyas- la cabeza, el ojo y el corazón”.
Una gran foto del lograr transmitir, conmover; no es una foto que se quede en “lo bonito”, sino que transmita algo, que revele un instante, el espíritu de un lugar o una situación, siempre bajo la mirada personal y única del autor.
He leído que estás trabajando en un nuevo libro de fotos en Europa. Cuéntanos más: ¿de qué tratará?
Sí, estoy muy entusiasmado con eso. Por tres razones; en primer lugar, porque, si bien soy un amante de la naturaleza, también lo soy de las ciudades, el patrimonio arquitectónico, la identidad de cada lugar. Segundo, me encanta el urbanismo, la arquitectura y ver cómo cada sociedad resuelve esos temas. Y tercero, porque el viajar fuera de Chile me abre la perspectiva, me permite jerarquizar y tener una mirada más informada y crítica de nuestro territorio. Me permite volver a recorrer Chile con nuevos ojos.




