Por Jimmy Langman
Originario de Zapala, en la provincia de Neuquén, Patagonia, Argentina, Darío Podestá es un biólogo y fotógrafo de vida salvaje radicado en Puerto Madryn, Argentina, donde trabaja en el centro de investigación científica Centro Nacional Patagónico (CENPAT).
Apasionado fotógrafo de la vida salvaje desde hace más de dos décadas, las fotos de Darío de la Patagonia y Sudamérica se encuentran en numerosos libros y revistas, y entre los trabajos publicados destaca un espectacular ensayo fotográfico de la costa patagónica argentina en la Edición 24 de Patagon Journal. También ha trabajado como editor de fotografía para la revista de la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), y sus impresionantes imágenes han ganado varios premios en Argentina, Italia, España y el Reino Unido, entre ellos fue finalista tres veces para el prestigioso premio Wildlife Photographer of the Year otorgado por el Museo de Historia Natural de Londres.
Como parte de una serie especial de entrevistas con algunos de los miembros del jurado del Concurso de Fotografía de la Patagonia 2023, Patagon Journal entrevistó recientemente a Darío sobre su fotografía de la vida salvaje y mucho más.
¿Cuáles son algunos de tus secretos para hacer fotografías impactantes de la vida salvaje?
Creo que las claves para lograr grandes fotografías de vida salvaje son varias. En mi caso miro constantemente fotos de autores que me inspiran y trato de entender por qué determinadas fotos me impactan, para así intentar proyectar imágenes impactantes. Si bien se puede tener mucha suerte y lograr una gran foto de un lugar o especie que se fotografía por primera vez, creo que es fundamental conocer mucho del sujeto y tener la foto en mente para ir a buscarla. Tener perseverancia en la búsqueda, ser autocrítico y dominar la técnica para poder reaccionar rápido cuando se nos presenta la oportunidad.
¿El hecho de ser biólogo te ayuda en tu fotografía de la vida salvaje?
Si. Por un lado, a lo largo de mis estudios y trabajos de campo he adquirido muchos conocimientos sobre diversos ambientes y su fauna, esto me ayuda a predecir situaciones y me orienta en cómo y dónde buscar determinadas tomas. Por otro lado, mis trabajos como biólogo me han acercado a lugares y especies fantásticas que a veces son de difícil acceso para la mayoría de las personas. Conocer y amar la naturaleza son dos cosas, diría yo, imprescindibles para obtener imágenes motivadoras.
¿Qué animales te gusta más fotografiar en la Patagonia? Y cuéntanos una experiencia única que hayas tenido con una de esas especies al hacer fotografía.
Si bien existen especies más carismáticas que otras, o muy “fotogénicas”, en general me interesa más la situación que el sujeto propiamente dicho. Prefiero buscar una foto espectacular de una especie común antes que una foto común de una especie emblemática. Si se logra juntar ambas cosas entonces mucho mejor!!
Trabajé bastante con la mara, mal llamada “liebre Patagónica”, primero colaborando con fotografías para un estudio biológico. Durante ese tiempo pude aprender mucho sobre su comportamiento y me enamoré de la especie. Más adelante fui en busca de otro tipo de imágenes, que transmitieran algo de su vida y su intimidad. De allí salió una de mis imágenes preferidas que además obtuvo un importante premio.
¿Crees que la conservación de la vida salvaje y el rewilding tienen éxito hoy en día en la Patagonia? ¿Cuáles son algunas de tus principales preocupaciones sobre la vida salvaje en la región?
Creo que en los últimos años se viene trabajando mucho en la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad de la Patagonia. Se están creando nuevas áreas protegidas y reforzando el trabajo en las existentes. También se realiza investigación científica de base para reunir importante información sobre especies o procesos que son aún poco conocidos.
Por su parte el rewilding se ha hecho fuerte también en la región. Creo que, además de la restauración de los ambientes, la puesta en valor de los mismos y el hecho de involucrar a los pobladores locales en estas acciones es muy importante. Claro está que este tipo de acciones, para que sean viables a largo plazo, deben llevarse adelante sobre sólidas bases científicas.
En lo personal me preocupa el impacto que están causando numerosas especies exóticas invasoras y en el caso de nuestros océanos, además, la sobrepesca y la contaminación.
Tienes un ensayo fotográfico sobre la costa patagónica argentina en la Edición 24 de Patagon Journal. ¿Qué hace que esa costa sea un lugar tan especial para la fotografía?
La costa Atlántica Patagónica es una enorme extensión de terreno inhóspito y salvaje, solo brevemente interrumpido por unas pocas ciudades. En la primera impresión puede sentirse algo desoladora, aparentemente deshabitada y con un clima riguroso. Pero al adentrarnos un poco en su conocimiento no tardaremos en sorprendernos por sus increíbles paisajes y sus explosiones de vida. Allí donde se encuentra la estepa con el mar vamos a encontrar muchas especies de animales terrestres espectacularmente adaptados y colonias reproductivas de aves y mamíferos marinos con cientos o miles de individuos. Lugares que, con los debidos permisos y un comportamiento ético acorde, son paraísos fotográficos.
¿En qué te vas a fijar a la hora de decidir las fotos ganadoras del Concurso de Fotografía de la Patagonia 2023? ¿Cuál es para ti la diferencia entre una gran foto y una buena foto, por ejemplo?
El concurso cuenta con diferentes categorías por lo que, según el caso, daré más importancia a diferentes cosas según corresponda. Pero de todos modos, más allá de la temática, me parece importante que la imagen, además de ser técnicamente correcta, debe tener impacto visual. Algo novedoso o especial que me haga detenerme a observarla. Y en lo posible que transmita algo. El autor debe saber captar y transmitir, de alguna manera, el espíritu de la Patagonia y sus actores.
Una buena foto es aquella que está correctamente resuelta desde lo técnico. Muestra una especie, un ambiente o una actividad a través de una buena composición de los elementos en el encuadre, tiene una iluminación apropiada, o muestra un determinado comportamiento o proceso, por ejemplo.
Una gran foto debe ir un poco más allá. En general cuando un fotógrafo domina la técnica, va a algún lugar a fotografiar y seguramente obtiene unas cuantas fotos buenas. En cambio las grandes fotos se dan pocas veces y necesitan de la fusión de varias cosas. Si bien la suerte suele influir, ésta debe encontrarnos trabajando. Una foto especial debe tener algo novedoso (o no tan común), ya sea el lugar, la especie, comportamiento, las condiciones de luz, etc. Debe tener impacto visual. Hoy estamos inundados de imágenes constantemente, para que una foto en especial nos llame la atención debe tener “algo” que nos atraiga, nos invite a recorrerla, a pensar cómo se hizo, nos transmita o produzca algún sentimiento. Creo que cada fotógrafo, ya sea profesional o amateur, logrará a lo largo de su carrera muchas fotos buenas pero solo un puñado de “grandes fotos” que trascenderán.
¿En qué proyectos estás trabajando ahora, y qué proyectos esperas emprender en el futuro?
Actualmente trabajo en el Centro Nacional Patagónico, dependiente del CONICET. Allí colaboró con diversos proyectos de investigación desde la fotografía. Desde macrofotografía de artrópodos hasta fotografía aérea para censos de mamíferos y aves marinas.
En lo personal estoy en la búsqueda de visiones más abstractas o menos explícitas en la fotografía de la naturaleza. Como forma de expresión artística más que tratar de documentar el medio natural. También estoy abocado a la obtención de imágenes que sirvan como herramientas para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas. Desde la foto denuncia, mostrando el impacto humano sobre determinadas especies o ambientes, a reportajes fotográficos que evidencien o difundan problemáticas o proyectos que trabajan en conservación.
Abajo, más fotos de Dario Podesta: