Imperdibles de la Patagonia: Pangal Andrade

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Por Sofía Anich
 
Pangal Andrade, sobre todas las cosas, es un viajero. Desde pequeño su familia le inculcó el valor de conocer su país y la Patagonia Chilena fue uno de sus principales destinos. Desde entonces, no ha dejado de explorar toda la región, yendo a menudo a lugares remotos o fuera de los caminos trillados.

En 2011, Pangal (38) se transformó en un rostro reconocido tras ganar el reality show chileno “Año 0” y en los años 2013 y 2014 fue coprotagonista del programa de televisión chileno "La Odisea", en el que vivieron aventuras extremas en la Patagonia, así como en el Amazonas, poniendo a prueba sus conocimientos de supervivencia y practicando deportes extremos. 
 
Como deportista, Pangal ha competido en cuatro campeonatos mundiales de rafting. También es un firme ecologista, y entre otras cosas se ha construido su propia casa en el Cajón del Maipo, con materiales reciclados y totalmente sostenible. 
 
Éstos son sus imperdibles de la Patagonia chilena.
 
¿Cuál fue tu primer viaje a la Patagonia?
Nuestros padres siempre nos enseñaron nuestro país. A los 14 años nos fuimos a la región de Aysén. Ese fue el primer viaje que me encontré con esta Patagonia chilena tan linda, donde conocí Villa O’higgins, Caleta Tortel. Recuerdo mi impresión de lo lindo, lo acogedor de los paisajes, la cantidad de agua, los diferentes animales, realmente hermoso. 
 
Y después a los 16 años me fui a trabajar de porteador a Torres del Paine. Mi tío tiene un hotel que se llama Ecocamp, que son unos domos precioso. Me acuerdo que hacía el circuito de la O con 42 kilos en la espalda. Teníamos que bajar a los gringos (extranjeros) con las mochilas y armar el campamento. El circuito de la W lo hice varias veces corriendo. 
 
 
Pangal Andrade en el Parque Nacional Torres del Paine. Pangal Andrade en el Parque Nacional Torres del Paine.
 

"De repente vemos una huella y entremedio de los árboles habían unos baguales, unas vacas peludas que nos hicieron el camino y logramos llegar a un río."

 
 
¿Qué cosa nunca puede faltar en tu mochila en mi mochila?
No puede faltar mi leatherman. Es una herramienta, un alicate que tiene cortaplumas, destornillador, tiene absolutamente de todo. Uno siempre piensa en extremo, ¿y si nos pasa algo?. El leatherman te salva la vida, solo tienes que tener imaginación. 
 
Tu encuentro favorito con un animal…
Fue en Yendegaia, en la patagonia profunda, en Tierra del Fuego. Cuando las vacas se van a la montaña, se transforman en baguales y no vuelven. Son peludas, muy peludas. 
 
Había nieve y llevamos caminando días con muy poca comida. Yo iba solo con mi primo y en cuatro horas avanzábamos 300 metros, era una locura, hasta que de repente vemos una huella y entremedio de los árboles habían unos baguales, unas vacas peludas que nos hicieron el camino y logramos llegar a un río. En vez de avanzar otros 300 metros, avanzamos rápidamente 10 kilómetros, fue gracias a los baguales que pudimos sortear esa parte difícil. 
 
 
Tierra del Fuego, lugar donde se pueden ver vacas salvajes. Foto: Jaime Kunstmann Tierra del Fuego, lugar donde se pueden ver vacas salvajes. Foto: Jaime Kunstmann
  

"Yo le pregunté: 'Don Heraldo, por qué vive tan lejos?', me miró a los ojos y me dijo: 'el que no camina no agranda la patria".

 

El hospedaje donde te has sentido más en casa…
Si tuviera que decir un lugar donde me sentí muy a gusto y tranquilo, dejando de lado los hoteles, fue en Cochrane. Una vez yo hice un programa de televisión que se llamaba “La Odisea” e íbamos a todos estos lugares extremos buscando a los colonos más antiguos. 
 
Yo cada vez que veía un colono, le preguntaba: “¿Por qué vive tan lejos?”, pero nunca quedaba satisfecho con la respuesta. Y un día en Cochrane fuimos a  ver al colono más alejado, estuvimos tres días caminando. Llegamos a una casita en mitad de la nada y vemos a este gaucho solo, don Heraldo Real. Estaba matando vacas y nos pidió que lo ayudáramos, fue una locura. Entramos a la casa y él teniendo tan poco nos dio un mate. Nos sentamos a hablar con él, sentí una tranquilidad, una quietud. Y ahí yo le pregunté: “Don Heraldo, por qué vive tan lejos?”, me miró a los ojos y me dijo: “el que no camina no agranda la patria”. Y ahí me sentí súper a gusto y satisfecho con la respuesta que andaba buscando. 
 
Un lugar turístico no turístico que todos deberían conocer…
Madre de Dios. Si alguna vez existe un buque que haga viajes turísticos allá, sería increíble, primero que todo porque son varias semanas de viaje. 
 
Madre de Dios es sinceramente como estar en otro planeta. No te sientes en la tierra, son montículos gigantes de piedra caliza tallados por la tierra, son islas, por las que vas navegando y miras y ves escaleras labradas en la tierra, donde nos bajamos y caminamos por verdaderas escaleras formadas por la erosión del agua, o sea, un paisaje que no ves en ninguna parte del mundo.  
 
El trekking que más te ha impactado en la Patagonia…
Es el cruce desde el Lago Tagua Tagua hasta Cochamó. Para llegar son tres días de caminata y ves alerces milenarios gigantescos, arrayanes tan grandes que no lo cruzamos entre cinco personas. En este trekking tengo una imagen que nunca se me va a olvidar en un lugar que se llama El Arco, todos lo pueden visitar, se ubica desde Cochamó hacia arriba. Ahí hay un arco de piedra perfecto y cae una una cascada por el medio y en la mitad del arco hay un alerce impactante, es de los trekking más lindos que he hecho en mi vida.
 
El mejor piquero fue en….
Yo creo que el mejor piquero fue en un glaciar. Me tiré del bote y me subí a un hielo, fue como rejuvenecer 20 años. No me acuerdo exactamente donde, pero fue en el Parque Nacional Queulat. Nadar en aguas milenarias te recarga de energía. 
 
 
Pangal recomienda acampar el sitios cercanos a lagos y ríos. Pangal recomienda acampar el sitios cercanos a lagos y ríos.
 
 
Un plato imperdible de la Patagonia….
Soy adicto al cordero al palo. Cualquier lugar en la Patagonia que te hagan el cordero es exquisito. Acompañado con las tortas o las sopaipillas que te hacen, con el pebre, el chimichurri. El cordero no tiene comparación en la Patagonia.
 
Cordero en Cochrane exquisito, cordero en Torres del Paine increíble, Cordero en Tierra del Fuego, otro nivel. Pero tiene que ser al palo, abierto, no al plato. Donde tu vas y puedes sacar con tu cuchillo un pedazo, te comes un riñón, tomas la botella de chimichurri, le echas y te lo comes, ese es el mejor cordero.  
 
El mejor sitio para acampar….
Esta pregunta es difícil, porque hay tantos lugares lindos para acampar. Para mi los mejores sitios en la Patagonia son los que están cerca de un lago o de un río. En Cochrane hay unos camping preciosos de la CONAF, en Tierra del Fuego también hay lugares increíbles. 
 
No puedo decir un camping porque estoy enamorado de todos los lugares, pero para mi tiene que ser cerca del agua porque en la mañana puedes salir de tu carpa y tirarse un piquero al lago, que es maravilloso.