Paradoja: Mientras gobierno respalda río Cuervo, controladores solo piensan en deshacerse de él

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CARV - Mientras el gobierno de Michelle Bachelet aprobaba, a través del Comité de Ministros, el proyecto de represa río Cuervo de Energía Austral, la multinacional minera Glencore –controladora de la sociedad- trascendía sus intenciones de deshacerse de la iniciativa.  Así lo informó durante los últimos días la prensa nacional, que incluso dio cuenta de que el gobierno, en la práctica, al dar este visto bueno mejora las opciones de los propietarios para vender este activo.
 
El martes El Mercurio, bajo el subtítulo “Dudas del proyecto”, informaba que “en el mercado hay dudas respecto del futuro de Cuervo.  Esto, porque por un lado el socio mayoritario, Glencore, hoy enfrenta problemas financieros, considerando que es una de las mineras más golpeadas por el precio del cobre e incluso tiene a la venta el yacimiento Lomas Bayas”.  Y agregan un dato decidor: “En el sector dicen que es poco probable que la compañía desarrolle la hidroeléctrica cuando tiene tan alicaído su negocio principal”.
 
A esto el matutino agregaba que “por otro lado, figura la firma australiana Origin, que en 2014 decidió bajar su participación en la propiedad de la iniciativa y también desistió de invertir con Enap en una cogeneradora en Concón”.  Y concluía: “Durante el segundo semestre de 2015, Energía Austral redujo el 70 % de su equipo y salió el gerente general”.
 
El mismo día El Diario Financiero confirmaba estos antecedentes.  Con el subtítulo “Futuro incierto” explicaba que “entre 2009, cuando este proyecto hidroeléctrico entró a evaluación de impacto ambiental y el momento actual, el panorama de este proyecto ha cambiado radicalmente”.
 
En este sentido indicaba que “en primer lugar, el gestor inicial Energía Austral fue la desaparecida minera suiza Xstrata, que fue adquirida por su connacional Glencore.  Previamente, en 2012 la australiana adquirió una opción para quedarse hasta con un 51 % de la iniciativa, la que luego desechó, para quedarse como minoritario”.
 
Posteriormente “transcurridos los años y pese a que la decisión del Comité de Ministros allana en primera instancia la construcción de Cuervo, en el plano comercial persisten las interrogantes”.  Explicaba esto informando que “la relación entre Glencore y Origin no es la más cercana, dado que al no ser la energía parte del core Business de la minera, ésta le ha restado importancia al desarrollo de la iniciativa, optando por desprenderse de ella, en un proceso que ahora podría tener un nuevo impulso dada la ratificación de la RCA”.
 
Por su parte, “Origin, sería partidaria de impulsar un diseño menos invasivo, de tipo central de pasada, para desarrollar los recursos existentes.  En este contexto, trascendió que hace un par de semanas ambas empresas habrían comenzado a discutir lo que podría ser el futuro de Energía Austral”.
 
A todo se agrega que el hecho que la semana pasada se informó que Sherwin Alumina, una filial de Glencore en Estados Unidos, se declaró en quiebra, por una deuda cercana a los U$ 4.500 millones.
 
Para el consejero regional e integrante de la Comisión Regional de Desarrollo Energético de Aysén, Julio Rossel, “es impresentable lo que acá ha ocurrido. El gobierno le ha dado el visto bueno a un proyecto incierto, prestándose para la especulación en el mercado internacional no solo con los recursos naturales de Aysén, sino incluso a costa del riesgo a la vida de nuestra gente”.
 
Coincidió el coordinador de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida, Peter Hartmann, para quien esto demuestra que “como en un juego global, las trasnacionales se reparten la naturaleza y la vida de Aysén, con el gobierno como cómplice. De verdad una vergüenza”.  Explicó que, sin embargo, “esto de ninguna forma significará parar la indignación en contra de la decisión, porque mientras tengamos un gobierno que se colude con trasnacionales del peor prestigio y con la administración de Sebastián Piñera, se mantendrá la movilización”. 
 
 
 
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