Fauna amenazada por incendios en el Parque Nacional Iberá

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Foto: Matías Rebak/Fundación Rewilding ArgentinaFoto: Matías Rebak/Fundación Rewilding Argentina
 
 
Por Antonia González
 
La sequía y las altas temperaturas, unidas a unas prácticas de quema intencionada fuera de control, provocaron el mes pasado enormes incendios en la norteña provincia argentina de Corrientes que ha consumido hasta ahora casi el 60% del Parque Nacional Iberá. Los incendios amenazan el mayor humedal de Sudamérica, junto con sus praderas y bosques, que son el hábitat de una variada fauna y flora, incluida una serie de especies en peligro de extinción.
 
En una entrevista concedida esta semana a Patagon Journal, Sebastián Di Martino, director de conservación de Rewilding Argentina, explicó algunas de las implicaciones del incendio para el ecosistema y lo que su organización está haciendo para salvaguardar la vida silvestre en el parque.
 
Desde 2010, Rewilding Argentina, una organización sin ánimo de lucro iniciada por el fallecido conservacionista y filántropo estadounidense Doug Tompkins y varios conservacionistas argentinos, han estado trabajando para restaurar los osos hormigueros gigantes, los venados de las pampas, los guacamayos verdes y varias otras especies nativas que se habían extinguido en el Parque Nacional Iberá. 
 
 
Zona de Yerbalito en los Esteros del Iberá. Foto: Matias Rebak/Fundacion Rewilding ArgentinaZona de Yerbalito en los Esteros del Iberá. Foto: Matias Rebak/Fundacion Rewilding Argentina
 
 
Foto: Matías Rebak/Fundación Rewilding ArgentinaFoto: Matías Rebak/Fundación Rewilding Argentina
 
 
En 2017, la fundación Tompkins Conservation donó 138.140 hectáreas a Argentina para ayudar a formar el parque nacional que, junto con el ya existente Parque Provincial Iberá de 553.000 hectáreas, lo convierten en la mayor área protegida de Argentina.
 
En la actualidad, el Parque Nacional Iberá es un importante motor de desarrollo y empleo en la zona. Su extenso estuario, alimentado por la lluvia, es rico en vegetación flotante y acuática, que a su vez absorbe grandes cantidades de carbono, clave para afrontar la crisis climática. Además, el parque contiene más de 10 tipos de ecosistemas que albergan más de 360 especies de aves, unas 1.600 especies de plantas, 128 de peces y 40 de anfibios, 59 de reptiles y 58 de mamíferos.
 
La buena noticia, dice Di Martino, es que muchos de los animales que su organización había estado preparando para su liberación en la naturaleza del Parque Ibera, como los guacamayos rojo y verde, y el paujil de cara descubierta, se han encontrado vivos y en buen estado.
 
Agrega que a medida que el fuego avanza hacia la isla San Alonzo -donde el yaguareté y el lobo de río ya fueron reintroducidos allí por Rewilding Argentina-, han estado trabajando para evacuarlos y llevarlos a zonas seguras.
 
 
Foto: Matías Rebak/Fundación Rewilding Argentina.Foto: Matías Rebak/Fundación Rewilding Argentina.
 
 
Zona de San Nicolás en Parque Nacional Iberá. Foto: Matías Rebak/Fundación Rewilding ArgentinaZona de San Nicolás en Parque Nacional Iberá. Foto: Matías Rebak/Fundación Rewilding Argentina
 
 
"Estamos haciendo varias acciones para salvar a los individuos con los que trabajamos y sobre todo prestando más atención a los animales que están en los corrales de retención. Cuando llega el fuego, estos animales son más vulnerables porque, aunque los corrales son grandes, no tienen por dónde escapar, así que los hemos estado llevando a otros corrales más pequeños que están a salvo del fuego. También lo hemos hecho con especies como los pecaríes de collar y los osos hormigueros", explica Di Martino.
 
Además de las pérdidas ambientales, seis de las puertas de entrada al parque (Carambola, San Nicolás, Cambyretá, Yerbalito, San Antonio y Galarza) se vieron gravemente afectadas con daños en la infraestructura, perdiendo decenas de kilómetros de cercos perimetrales que son cruciales para mantener alejado al ganado doméstico.
 
"Cuando pase el incendio, uno de los grandes problemas es que los animales que no han muerto probablemente van a sufrir de inanición, porque no hay muchos lugares a los que puedan ir, y el poco pasto que tenemos ahí y los escasos recursos hídricos que existen, se lo va a comer y se lo va a llevar el ganado, lo cual es otro problema para la fauna, además de la sequía y las fuertes temperaturas. Así que ahora debemos trabajar junto con el servicio de parques para recuperar las alambradas, porque se han quemado cientos de kilómetros de alambre", explica Di Martino.
 
Otra zona que se ha visto gravemente afectada por el fuego son los bosques del parque, que no están acostumbrados a la dinámica del fuego, ya que son zonas muy húmedas y sombrías. "El fuego no suele entrar en el bosque, pero ahora está entrando, y va a tardar mucho en recuperarse. En algunos lugares es posible que no se recupere directamente", dijo el biólogo argentino.
 
 
Foto: Matías Rebak/Fundación Rewilding ArgentinaFoto: Matías Rebak/Fundación Rewilding Argentina
 
 
Foto: Matías Rebak/Fundación Rewilding ArgentinaFoto: Matías Rebak/Fundación Rewilding Argentina
 
 
Restaurando el Iberá
Aunque el fuego no es ajeno al ecosistema del Iberá, que contribuye a la riqueza de los pastizales subtropicales que albergan los esteros, los incendios actuales son extremos en su alcance e intensidad.
 
Estos esteros son probablemente los últimos ejemplos a gran escala de pastizales subtropicales que permanecen en un estado de conservación saludable en Sudamérica. Además de los múltiples beneficios ecosistémicos y económicos que proporcionan, también han demostrado ser un lugar ideal para reintroducir especies localmente extinguidas.
 
Hasta los proyectos de rewilding de su fundación, Di Martino afirma que no existían especies de gran tamaño que comieran fruta y dispersaran semillas, como el guacamayo rojo o los pecaríes de collar. Dice que estas especies reintroducidas serán un gran aliado en la regeneración de los espacios naturales del parque una vez extinguidos los incendios.
 
"La repoblación forestal trae de vuelta especies que tienen funciones ecológicas clave para el ecosistema. Hoy en día, con el regreso de estas especies, está claro que estos ecosistemas son más completos y, por lo tanto, más funcionales, sanos y mucho más resilientes, ayudándonos a combatir las crisis ambientales", afirma el biólogo argentino. "Esto demuestra cada vez más la importancia de hacer trabajos de restauración y de tener este conocimiento". 

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