Mariua y cachorros en Iberá. Foto: Tompkins Conservation
A dos años de la creación del Parque Nacional Iberá, al norte de Argentina en el límite fronterizo con Paraguay, Mariua, una hembra adulta de jaguar (Panthera onca) y sus dos cachorros, Karai y Porá, de tan sólo 4 meses de edad, se convirtieron en los primeros ejemplares de su especie en pisar tierras de la Provincia de Corrientes luego de casi 70 de ausencia.
Antes que las estancias ganaderas del norte de Argentina ocuparan gran parte de los terrenos cercanos al humedal del Iberá, el jaguar, el mayor felino de Sudamérica, se desplazaba libremente por el norte de este país. Algunas poblaciones se extendían incluso hasta la patagonia norte. Sin embargo, como consecuencia de la ocupación de su hábitat natural, el jaguar perdió más del 95% de su área de distribución original en suelo Argentino.
Actualmente, en ese país, quedan menos de 200 miembros de esta especie en peligro de extinción, ninguno de los cuales había poblado los ecosistemas dentro de este parque, una enorme área protegida creada en diciembre de 2018 que consta de 709.717 hectáreas de parques nacionales y provinciales.
Parque Ibera. Foto: Matias Rebak
A principios de enero, las organizaciones conservacionistas Tompkins Conservation y Rewilding Argentina, junto al gobierno argentino, liberaron a Mariua, que fue rescatada en Brasil cuando era una cachorra huérfana. Pero esto no significa que este jaguar deje de estar protegido. Cada día se estará monitorizando su ubicación gracias a su collar GPS, que emitirá una alerta si este felino se encontrase cerca de cruzar los límites del parque.
Tompkins Conservation, fundada por los filántropos Douglas y Kristine Tompkins, es una extensión de los proyectos de parques creados en el cono sur durante las últimas tres décadas. En la actualidad, el grupo centra gran parte de su trabajo en proyectos de rewilding como éste. En un comunicado de prensa del mes pasado, afirman con orgullo que es la primera vez en la historia que se restablece el jaguar en un hábitat en el ya se habían declarado extintos y, además, califican este logro como "un paso importante en la restauración de un corredor de vida silvestre que alguna vez llegó hasta el suroeste de Estados Unidos".
Dentro de los próximos tres meses, el gobierno Argentino y las organizaciones de conservación esperan liberar más hembras junto a sus cachorros, y para el 2021 los planes consideran liberar también un macho, solo así será posible conseguir una población genéticamente diversa y restaurar por completo esta especie. Si todo va de acuerdo a lo planeado, con el tiempo, el parque podría albergar hasta 100 jaguares.
Mariua y cachorros en el agua. Foto: Tompkins Conservation
Todos los organismos de un territorio son fundamentales para mantener el equilibrio y la estabilidad del ecosistema, y este felino en particular se considera una especie clave para el Parque Iberá, que alberga el segundo humedal más grande de Sudamérica, despues del Pantanal en Brasil. Desde Tompkins Conservation explican que “como depredadores principales, los jaguares garantizan la resistencia del ecosistema. Sin ellos, la biodiversidad se resiente, las enfermedades proliferan, los suelos se erosionan y los sistemas hídricos pueden perder su regulación natural. Los ecosistemas incompletos también secuestran menos carbono, lo que los hace menos eficaces para ayudar a la estabilidad del clima”.
Sebastián Di Martino, director de conservación de Rewilding Argentina, agrega que, “al igual que el regreso de los lobos grises al Parque Nacional de Yellowstone recalibró ecosistemas enteros que se habían desequilibrado, los jaguares pueden restaurar estos humedales. Rewilding también está revitalizando la economía de las pequeñas comunidades de toda la provincia de Corrientes a través de la observación de la vida silvestre y los servicios relacionados."
