Una mirada diferente de la blancura. Foto: Pablo Valenzuela
Como parte de una serie especial de conversaciones en línea con el panel del jurado del 5º Concurso de Fotografía de la Patagonia, Patagon Journal entrevistó la semana pasada, vía Instagram Live, al reconocido fotógrafo chileno, Pablo Valenzuela Vaillant.
Pablo (56) es un fotógrafo con larga trayectoria en Chile. Estudió Ingeniería Civil en la Universidad Católica de Chile, pero optó por seguir su pasión por la fotografía. Colaborador y editor contribuyente de Patagon Journal, sus capturas han sido publicadas en nuestras portadas y ediciones en varias ocasiones. Su trabajo ha sido también destacado en docenas de libros y exposiciones a lo largo de Chile, algunas de ellas han sido "Habitar la inmensidad", Rapa Nui, "Chile Blanco" y "Geometría del Instante".
Lo que leeremos a continuación son extractos de nuestra reciente entrevista con Pablo, realizada por Patrick Nixon, irlandés, y periodista de Patagon Journal que vive en Santiago desde mediados de 1990.
Patrick Nixon: Te titulaste de Ingeniero Civil, pero de inmediato te fuiste a lo fotográfico, ¿Cuál fue el motivo para hacer eso?
Pablo Valenzuela: Fue algo muy gradual y paulatino, que comenzó en la época en la que empecé a subir cerros, desde los 12 años. Me metí a un Club de Andinismo a los 14 años, cuando viví en Viña del Mar estuve en el Club de Andinismo de Valparaíso; empecé bien chico y siempre quise transmitir la sensación que uno tiene de estar en la montaña. La mejor manera de transmitirla era a través de la fotografía que de a poco fue ocupando más espacio en mi mente e invertí las prioridades: me hice más fotógrafo que montañista. Siempre me gustó mucho el montañismo por la relación que existe con la naturaleza, por el desafío deportivo, por el trabajo en equipo con amigos, en fin, por todo eso me atrajo mucho el montañismo y todo eso lo he continuado de alguna forma con la fotografía.
En algunas entrevistas has dicho que no te identificas como fotógrafo de paisajes, ¿podrías hablar un poco sobre tu filosofía acerca de eso?
Para mí es súper importante transmitir algo que uno ve. Cuando te enfrentas a un escenario, en un instante preciso, tú puedes tomar infinitas fotografías; concentrarte en lo mínimo, o en la amplitud, o en lo mínimo de un lado o en lo mínimo de otro. Hay muchas maneras de interpretar lo que tú estás viendo. Un instante define condiciones de luz y formas muy determinadas. Esas luces y formas son las que yo quiero transmitir, lo que uno observa con los ojos y el corazón, lo transmito on una imagen. La fotografía uno la hace en el instante, no la hace después en el computador. Por lo tanto, para mí tiene mucho sentido lo que uno observa y que a veces es algo muy personal. La fotografía es un arte, porque es tomar eso y transmitir esas sensaciones con una mirada absolutamente personal, por lo que yo hago mucho énfasis en captar lo que uno ve, que es un instante real pero no documental, no es algo obvio, sino que está ahí y uno lo rescata.

Dices que te has alejado de la obviedad y lo meramente documental. Actualmente, ¿Estás tratando de comunicar algo específico como una idea o una emoción?
Correcto, eso es lo que yo trato de transmitir, basándome en algo que es real. Cuando digo que no soy fotógrafo de paisaje, me refiero más bien a que no soy un fotógrafo de naturaleza. Me encanta y amo la naturaleza, pero en términos artísticos, lo que más me apasiona es buscar formas en cosas muy específicas. Perspectivas y geometría. Siempre estoy buscando esos instantes de luz muy precisos.
Tú puedes estar varios días descubriendo luces, perspectivas y detalles.
Cada lugar que visitas es distinto y condiciona la cantidad de equipo fotográfico que llevas, ¿de qué depende eso?
Los viajes, son bastante diversos. En general, viajo en auto y cuando tengo que caminar voy con mochila, con un equipo un poco más reducido, pero trato de andar siempre con dos cámaras por cualquier eventualidad, llevar un buen lente, con trípode. Y siempre hay que estar preparados para la lluvia.
Cuando estás planificando un viaje, ¿tienes bien claro el objetivo de la salida?¿Es importante tener un proyecto claro cuando sales a sacar fotos?
Yo creo que es súper importante, porque como en todo trabajo te enfocas. Ahora bien, uno siempre tiene que estar abierto a la eventualidad. Por ejemplo, en la Patagonia, que de repente puedo ir a sacar fotos del horizonte o de casas y está tapado con neblina, tengo que tener la suficiente flexibilidad para decir “ok, voy a aprovechar esta situación que se me da más propicia en estas condiciones”.
¿Qué consejos le darías a un fotógrafo que está recién empezando?
Que ponga toda su cabeza, sus ojos, su corazón en esa foto, que no esté pensando “esta foto la voy a arreglar después”. Por eso, yo siempre digo: las fotos hay que tomarlas con lo digital, que es muy favorable, pero con una mentalidad muy análoga, pensando que te quedan tres fotos en el rollo. Tienes que jugártela por una muy buena foto, no dejar para después.

¿Qué opinas de la post-producción en la fotografía?
Yo creo que es una tremenda ventaja, pero que hay que tomar con seriedad y con oficio, en el sentido de rescatar todo lo bueno de lo digital, pero hacerlo con dedicación. Lo digital tiene ventaja en el sentido técnico, de ampliación, los nuevos lentes, cámaras, los sensores… Ha avanzado tanto que logra fotografías de muy buena calidad. Como te dije, hay que tomar las fotos con una mentalidad análoga.
Pablo, una última pregunta sobre el Concurso de Fotografía de la Patagonia, ¿Qué consejos le darías a los participantes?
Yo voy a evaluar la sensatez, me voy a escapar un poco del efectismo, creo que no es tan necesario, sino una mirada creativa, una vuelta de tuerca, una forma diferente de mostrar algo, una mirada inhabitual en algo habitual, pero siempre con honestidad y sensatez. La técnica siempre es importante, es el desde, pero es una condición necesaria pero no suficiente. Al final la fotografía son tres variables: la apertura del lente, la velocidad y el ángulo de la visión.